Recibimos muchas consultas referidas a la depresión, tanto al pie de los artículos publicados sobre el tema como a raíz de otros artículos, publicadas en la web o por correo privado. Puesto que muchas de estas consultas, y sus respuestas, pueden ser de interés general, nos ha parecido conveniente seleccionar las más representativas y sintetizarlas, conservando el anonimato de sus autores, y exponer brevemente nuestras respuestas a esas preguntas.

SOBRE LA DEPRESIÓN

         La depresión ¿es una enfermedad?

En las clasificaciones actuales se la denomina como un trastorno mental, o un trastorno del estado de ánimo. Pero lo importante no es el nombre que le demos. ¿Qué quiere decir que es una enfermedad?

Si por enfermedad entendemos que es un malestar que no depende de la voluntad de la persona, estamos en lo cierto. Si creemos que es una enfermedad del mismo modo que cualquier enfermedad orgánica, es más discutible.

La depresión tiene componentes orgánicos, como lo demuestra la eficacia de los antidepresivos, puede que hasta genéticos, pero no se reduce a ellos. En mayor o menor medida, siempre tiene componentes psicológicos y emocionales. Por eso no puede tratarse como a otras enfermedades y no basta con la medicación, requiere siempre una psicoterapia.

 

         Hace ocho meses murió mi suegro. Mi mujer lloraba mucho y no tenía ánimo para nada. La entendí y la apoyé porque a mí me pasó lo mismo cuando murieron mis padres, pero luego salí adelante, y ella no lo supera. Últimamente dice que ya no piensa en su padre, pero está siempre triste, llora por cualquier cosa, no hace las tareas de la casa ni se ocupa de los hijos, y cuando llego del trabajo tengo que cocinar yo.  Ahora dicen que tiene depresión. Todos tenemos preocupaciones, pero las afrontamos, ¿por qué ella no?, ¿no es falta de voluntad?

La tristeza es un afecto común al que todos estamos expuestos. Si a alguien le diagnostican depresión quiere decir, precisamente, que no logra superarla, o que su tristeza se prolonga excesivamente, y que no puede resolverla sólo con su voluntad. Reprochárselo sólo hará que a su depresión le sume la culpa por estar deprimida, y eso no conduce a nada bueno.

 

         El médico me dijo que vaya al psiquiatra porque puede que esté deprimido y necesite medicación, pero yo no me siento triste, sólo desmotivado y aburrido, nada me interesa. Entonces ¿por qué dice que tengo depresión?

Puede que la sospecha de su médico no sea infundada. Si bien la tristeza es el afecto característico de la depresión, no es el único y, en algunos casos, puede llegar a estar ausente. La falta de deseo y de motivación, el abatimiento, etc., pueden también ser síntomas depresivos.

 

         Estuve muy deprimida durante más de seis meses. Gracias a la medicación y una psicoterapia me mejoré. Ahora llevo unos meses en los que me siento bien y he dejado el tratamiento, pero a veces, porque algo me puso triste o sin ningún motivo, me da miedo de volver a caer en una enfermedad que fue horrible. ¿Volveré a deprimirme?

Hay que ser sinceros: en la mayoría de las personas que han padecido una depresión, ésta puede volver a repetirse. Por eso se aconseja prolongar el tratamiento más allá de la desaparición de los síntomas, bastante más allá en el caso de las psicoterapias para remover los restos que hubieran quedado.
Si en un futuro experimentara una recaída, usted ya tiene experiencia en reconocerla con los primeros síntomas, y sabe como tratarla, qué medicación le resultó eficaz y qué psicoterapeuta la ayudó. Así que está más protegida.
Por otro lado, pueden pasar años entre una crisis y otra, la tristeza forma parte de la vida y no merece la pena vivir siempre preocupado por lo que pudiera llegar a suceder.

SOBRE SUS CAUSAS

         ¿Qué causa la depresión?

Las depresiones no tienen una única causa. Aunque últimamente tiende a subrayarse su posible origen orgánico, se reconoce en general que obedece a múltiples factores, en distinta proporción en cada caso.

Sobre una probable predisposición genética, actúan determinadas experiencias infantiles que pueden permanecer larvadas durante muchos años, hasta que algún acontecimiento estresante o sentimental la desencadena. Este acontecimiento puede ser un accidente, incluso aunque la persona sólo haya sido testigo, una noticia penosa, una enfermedad, la imposibilidad de elaborar el duelo por la muerte de una persona querida, el abuso de alcohol o drogas, etc.

 

    Me dijeron que la depresión es hereditaria y eso me asustó mucho, ya que yo padezco una depresión. ¿La heredarán mis hijos? ¿Debería no tenerlos aunque los desee mucho?

Se ha observado que hay depresiones que tienden a afectar a miembros de la misma familia. Eso hace pensar que podría heredarse una predisposición biológica, no la depresión. Pero ésta no es una regla exacta, hay muchas personas con depresión severa sin antecedentes familiares, y otras que no son depresivas pese a que lo sean uno o los dos padres. En todo caso son estudios estadísticos que indican que, en un cierto porcentaje variable, según el estudio del que se trate, hay mayor frecuencia en familiares de primer grado de personas también depresivas. Pero estamos hablando siempre de porcentajes relativos, no de valores que justifiquen su alarma, y uno no puede organizar su vida según las estadísticas. Si realmente quiere tener hijos, no tenerlos puede agravar su estado, y que sus hijos desencadenen o no una depresión no dependerá sólo de la predisposición biológica que podrían llegar a heredar (repare en que hemos dicho que podrían llegar a heredar esta predisposición un cierto porcentaje de hijos de personas depresivas, no que la heredarán todos, y menos aun que vayan a desarrollar una depresión, porque eso no depende sólo de la predisposición ni exclusivamente de la biología). 

 

   El psiquiatra me preguntó si tenía antecedentes familiares. A mí me parece que mi abuela era depresiva, y mi tío también, pude que hasta mi mamá. Pero los tres están muertos y nunca los diagnosticaron. ¿Cómo puedo saberlo?

No se preocupe. No tiene ninguna importancia. Se desconoce el papel que pudiera jugar la herencia en cada caso. Puede que sea más importante que cuente a la persona con quien se trata cuáles son las experiencias que recuerda en relación a esas personas que fueron significativas en su vida.
La pregunta del médico es útil a fines estadísticos y para futuras investigaciones. Pero no tiene importancia para el diagnóstico, porque lo diagnosticarán a usted, no a su familia; y mucho menos para el tratamiento, que es lo que importa.

 

         Leí que la depresión tiene una causa orgánica, como cualquier enfermedad, lo único que se manifiesta distinto. ¿Es cierto?

Ciertos estudios, y la misma eficacia de los antidepresivos, demuestran que juega un papel muy importante la disminución de la serotonina y otros neurotransmisores, y ciertas alteraciones en el funcionamiento cerebral, pero eso no nos permite afirmar que es sólo una enfermedad orgánica, porque sería ignorar otros factores que se manifiestan en la clínica.
Hay enfermedades indiscutiblemente orgánicas que pueden producir estados depresivos severos: accidentes cerebrovasculares, demencias, infartos, ciertos cánceres, la enfermedad de Parkinson, algunos trastornos hormonales.
También parece estar demostrado que un estado depresivo de otro origen puede llegar a afectar a la evolución de una enfermedad orgánica o traumática, dificultar la recuperación y empeorar el pronóstico, por lo que en muchos casos ya se están realizando terapias de apoyo en personas con enfermedades orgánicas severas. Y es lógico que así sea: somos cuerpo y mente, y no puede concebirse uno sin la otra.
Pero estas relaciones son incluso más complejas: la pérdida de un ser querido, las dificultades en relaciones de pareja o familiares, las rupturas, los problemas económicos, el estrés, en fin, muchas situaciones de la vida, incluyendo en ocasiones situaciones previamente deseadas, provocan estados depresivos reactivos y transitorios; y en esos casos también se afectan los niveles de serotonina, y pueden llegar a tener eficacia los mismos antidepresivos que actúan sobre las depresiones orgánicas.
Una vez producido un primer episodio depresivo, pueden desencadenarse otros episodios (depresión recurrente) por acontecimientos que aparentemente son de menor importancia, o incluso sin que se haya producido ninguna situación traumática.

Ciertos estudios, y la misma eficacia de los antidepresivos, demuestran que juega un papel muy importante la disminución de la serotonina y otros neurotransmisores, y ciertas alteraciones en el funcionamiento cerebral, pero eso no nos permite afirmar que es sólo una enfermedad orgánica, porque sería ignorar otros factores que se manifiestan en la clínica. , demencias, infartos, ciertos cánceres, la enfermedad de Parkinson, algunos trastornos hormonales.

 

– Pero lo orgánico sigue siendo lo fundamental, ¿o no?

No. Sobre una predisposición constitucional o psicológica, actúan las experiencias vitales y la forma en la que la persona responde a ellas a lo largo de su vida, y un acontecimiento desencadenante en el momento presente. La depresión comienza a manifestarse en determinado momento de la vida, que puede ser en la infancia o muchos años después, pero se ha ido construyendo a lo largo de toda la vida, probablemente desde el mismo nacimiento.
No es difícil de entender que en una persona con una fuerte predisposición, la depresión puede desencadenarse por algún acontecimiento que para otra persona no tendría la misma importancia, y por eso no puede entenderla.
Cuando el acontecimiento desencadenante es muy intenso, puede desarrollar una depresión una persona no especialmente predispuesta.

 

   Me dejó mi pareja. Sufrí mucho y mi familia y mis amigos me consolaban, me decían que con el tiempo se me pasaría. Pero pasó más de un año y sigo muy deprimido, sin ganas de nada. Conozco otras chicas pero no me interesan. ¿Voy a vivir siempre con esto?, ¿qué puedo hacer?

Si los estados depresivos reactivos, que en sí mismos son normales, no logran superarse transcurrido un tiempo razonable (un tiempo variable en función de la frustración experimentada, aproximadamente seis meses en caso de muerte de una persona querida o ruptura de una pareja valorada) y, lejos de ello, la depresión se instaura o se vuelve recurrente, podemos suponer que el acontecimiento traumático ha actuado sobre una predisposición. Pero no nos referimos en este caso necesariamente a una predisposición biológica, la experiencia muestra que en la mayoría de los casos había una predisposición psicológica que se remonta a mucho tiempo antes y que había permanecido oculta, incluso para el mismo sujeto, hasta que un suceso actual la desencadenó.
Necesita un tratamiento.    

SOBRE EL TRATAMIENTO

         ¿Hay algún tratamiento eficaz contra la depresión?

Hay tratamientos contra la depresión. Los medicamentos antidepresivos no curan la depresión, pero pueden controlar los síntomas en la mayoría de los casos. Además existen muchos tratamientos psicoterapéuticos y psicoanalíticos.

 

         ¿Qué es mejor para tratar una depresión, un psiquiatra o un psicoterapeuta?

Son dos tipos de tratamiento diferentes, complementarios, no opuestos entre sí. En las depresiones severas, incluso en las moderadas, es conveniente utilizar ambos. Las depresiones leves pueden llegar a controlarse o resolverse con uno de los dos. Es la persona que padece la depresión la que debe elegir entre tomar una medicación o realizar un tratamiento por medio de la palabra.

Pero hay que tener en cuenta que al ser el tratamiento médico de la depresión paliativo, no curativo, es conveniente utilizar la medicación para atenuar los síntomas y facilitar un tratamiento psicoterapéutico de más largo alcance.  

 

SOBRE LOS ANTIDEPRESIVOS:

         ¿Para qué sirven los antidepresivos?

La depresión, cualquiera sea su causa, involucra una alteración en el funcionamiento de ciertos neurotransmisores. Los antidepresivos actúan a nivel de esos neurotransmisores, facilitando su disponibilidad, para intentar compensar esta alteración.

 

         Esperaba que me recetaran Prozac pero me recetaron otra cosa. ¿Por qué?

Prozac es una marca comercial, la que mayor prestigio ha alcanzado en la población general porque fue la primera de su tipo y tuvo amplia difusión en medios masivos. El mismo antidepresivo existe hoy con otros nombres, y existen muchas otras alternativas cuyo mecanismo de acción es diferente. El psiquiatra elige de todas las sustancias posibles aquella que cree que será más eficaz en su caso.

 

         Me recetaron un antidepresivo, pero me da miedo tomar pastillas, temo que me hagan mal

Todos los remedios tienen efectos secundarios. En los antidepresivos el más común es la boca seca, su presencia nos indica que la medicación está actuando, aun cuando todavía no hayamos llegado a experimentar sus beneficios. Hay otros efectos no deseados, dependiendo del remedio y del paciente, por lo que siempre hay que evaluar los beneficios y molestias ocasionados por la medicación. Si los efectos adversos son muy intensos puede
ser conveniente probar con otra alternativa. Pero, en la mayoría de los casos, las molestias que la medicación puede llegar a ocasionar son menos perjudiciales e incapacitantes que la depresión que se intenta mejorar, y, además, son pasajeros.

 

         Fui a la farmacia y me quisieron dar un remedio diferente al que me recetó mi médico. ¿Puede el farmacéutico cambiar la medicación?

Seguramente lo que ocurrió fue que el farmacéutico quiso proporcionarle la misma sustancia con otro nombre comercial. Lo que importa son los principios activos, no la marca ni el laboratorio que los produzca. La mayoría de los principios activos se venden bajo más de un nombre, pero ese nombre carece de importancia.

 

         El psiquiatra me indicó un antidepresivo, llevo una semana tomándolo y no noto ninguna mejoría. ¿Debo dejar de tomarlo?

Los antidepresivos tardan entre una y tres semanas en alcanzar su eficacia. Puede que algunos síntomas mejoren antes, pero generalmente requieren más tiempo, Hasta que transcurran un par de semanas, o incluso más, no podremos evaluar su eficacia, que puede ser diferente en cada persona. La depresión no se inició de un día para otro, tampoco se resolverá en pocos días.

También debe tener en cuenta que la toma de antidepresivos no debe interrumpirse bruscamente, sino poco a poco y de forma pautada.

 

         Tengo una amiga que toma el mismo remedio y con la misma dosis. A ella le hace efecto y a mí no, ¿por qué?

La respuesta a la medicación depende de cada individuo. Por eso es conveniente visitar regularmente al psiquiatra mientras dure el tratamiento. Es posible que se requieran ajustes de dosis o cambios de medicación.

 

         Mi psiquiatra ya me ha cambiado más de una vez de remedio y, cuando no lo cambia, me cambia la dosis. ¿No sabe qué hacer conmigo o está experimentando?

Los fármacos actúan de modo diferente en cada organismo. Se puede cambiar de fármaco o de dosis porque le eficacia no es la buscada o porque los efectos adversos son excesivos o mal tolerados. Sólo mediante la prueba en cada paciente puede llegar a saberse cuál es el fármaco que mejor funciona en su caso, y cuál la menor dosis que permite alcanzar el efecto deseado.

Además, suele comenzarse con una dosis baja para ir aumentándola si resulta insuficiente y, a la vez, es bien tolerada.

 

         ¿Cuánto tiempo voy a tener que tomar remedios? ¿Toda mi vida?

Eso depende de cada persona. Habitualmente, una vez alcanzada la eficacia buscada, es necesario prolongar el tratamiento durante al menos seis meses, incluso si los síntomas han remitido, para evitar recaídas.

Luego puede irse reduciendo la dosis poco a poco hasta, si no se producen recaídas, llegar a su supresión. Hay que tener en cuenta los inconvenientes de una reducción precipitada: en caso de recaída es muy probable que deba recurrirse a una dosis superior a la que se estaba tomando anteriormente.

Algunas personas (con depresiones endógenas, distimias, o depresiones recurrentes) necesitan tomar antidepresivos durante años, incluso durante toda su vida. Pero eso ocurre también con los diabéticos o hipertensos sin que nadie se alarme por ello. ¿Por qué hay tanto prejuicio con los antidepresivos y otros psicofármacos?

 

SOBRE LAS PSICOTERAPIAS

         Estoy en tratamiento médico hace muchos meses y no mejoro. Ya me cambiaron de medicación varias veces y ahora me dicen que haga una psicoterapia. ¿Cuándo los médicos ya no saben que hacer te mandan a una psicoterapia?

Antes del descubrimiento de los antidepresivos no era así, ya que casi el único tratamiento del que se disponía era el psicoterapéutico.

Con el descubrimiento de antidepresivos, cada vez más eficaces y con menos efectos secundarios, muchos médicos (no todos) parecen haber depositado un exceso de confianza en la eficacia de la medicación. Sin embargo, la experiencia demuestra que con un tratamiento psicoterapéutico, realizado por el mismo médico, si es médico – psicoterapeuta, o por otro profesional, la misma medicación es más eficaz. Además, con el tiempo, puede llegar a hacer innecesaria la medicación.

También contribuye el hecho de que, así como muchos pacientes rechazan la medicación por un prejuicio que podríamos llamar anti-psicofarmacológico, muchos otros prefieren tomar una pastilla y tratar de no pensar. Es otro prejuicio: pensar no sólo no hace daño, sino que es inevitable.

 

         No entiendo cómo una psicoterapia puede ayudar en una depresión. Si es una enfermedad, no se va a curar hablando, ¿no? Además me dijeron que son muy largas.

Hay una enorme variedad de psicoterapias, muchas de ellas muy útiles para tratar a una persona deprimida. No tienen por qué ser largas, en algunos casos son bastante breves (consideramos breve a una terapia que dure entre 2 y 5 meses, claro que depende también de la frecuencia de las sesiones).
Si un tratamiento basado en el diálogo puede ser eficaz es porque los seres humanos somos cuerpo y palabra, no sólo una de las dos, y cuando enfermamos lo hacen ambos.
Las psicoterapias, por medio de diferentes ténicas, pero basadas casi siempre en el intercambio verbal,  ayudan a las personas a analizar sus problemas, y a resolverlos.

Este artículo ha sido redactado por profesionales con más de 25 años de experiencia en el sector de psicología y psiquiatría. Tenemos gabinetes en Majadahonda y Madrid Centro. Si tienes más dudas o deseas consultarnos algo llámanos al 607 99 67 02 o escríbenos a info@persona-psi.com