(Conferencias para docentes de integración de un Colegio de Vallecas)

ENTREVISTA CON EL NIÑO y ENTREVISTA FAMILIAR

ENTREVISTA CON EL NIÑO

Nos permite observar su modo de funcionamiento y sus diferencias en presencia o ausencia de los padres; y qué lazos tiene con su familia.

(Sería un error realizar las entrevistas sólo con los padres, ya que sería considerar al niño, por más pequeño que sea, un objeto y no un sujeto que tiene algo que decir sobre su educación y sus expectativas de futuro).

Cuando estamos solos con el niño, podemos ver cuál es su capacidad de desplegarse frente a un adulto distinto de los padres, el grado de conciencia de su problemática, a través de su decir, del juego, del dibujo (depende de la edad del niño y de sus posibilidades).

Cuáles son las características del vínculo del niño con padre, madre, hermanos; qué lugar ocupa en estas relaciones.

A qué grado de desarrollo ha llegado, no sólo en cuanto a la formación canicular, sino grado de independencia de la madre, internalización de ciertas leyes y normas, nivel de subjetivación; todo aquello que los analistas llamamos la problemática edípica, y que vale para cualquier niño, sano o enfermo.

ENTREVISTA FAMILIAR

Podemos considerar oportuna una entrevista no sólo con los padres, sino con el conjunto de la familia, si no nos quedan claras:

– Las relaciones familiares: las similitudes y diferencias del trato de los padres con el hijo enfermo y los hijos sanos. Las relaciones de los hijos entre sí, su plasticidad (o sea, su posibilidad de modificarse).

– Podemos ver en escena, en la misma entrevista, la configuración del espacio familiar, el significado de la enfermedad para cada uno, etc.

– Observar las diferencias entre lo que los padres y/o el niño nos han contado del funcionamiento del grupo familiar y lo que realmente sucede con la presencia real de sus miembros: Pasaje de lo virtual a lo real, de los objetos (otros) internos a los vínculos, de lo intrapersonal a lo interpersonal, de lo individual a lo familiar.

El objetivo es investigar la Estructura Familiar Inconsciente (la que no se conoce pero que es la que rige la puesta en escena en el espacio real), y del significado del síntoma “niño-enfermo” para el grupo familiar y cada uno de sus miembros.

Siempre los articuladores a los que permaneceremos atentos son:

– Espacio.
– Tiempo.
– Nombres Propios.
– Comunicación.
– Simbolización. (?)

Supongo que esta presentación debe haberlos defraudado, sé que es muy general; pero desconfío de los protocolos rígidos.

IDEA DE PROTOCOLO

El protocolo nos ayuda, nos ordena, nos facilita la tarea. Por eso es, en apariencia, muy útil al entrevistarlos. Pero tiene un defecto: ciega nuestros ojos y obtura nuestros oídos a todo aquello que no está incluido en el Protocolo y que puede ser tanto o más significativo que lo que quien hizo el Protocolo tuvo en mente en el momento de confeccionarlo, lejos del contacto directo con ese niño, con esa familia.

Y, en todo caso, por mejor entrevista que hagamos, ésta nunca reemplazará a una intervención terapéutica.

Permanecer atentos, en cambio, puede permitirnos detectar cuándo esta intervención psicoterapéutica es necesaria, deseable, o, simplemente, un intento de depositar la angustia que la enfermedad del niño nos produce.

Y si tenemos la impresión de que lo que ocurre allí es patológico, más allá de la enfermedad orgánica del niño, que pone en riesgo su posibilidad de desarrollar sus habilidades; siempre será conveniente recurrir a un personal especializado en la materia.

(Igualmente sería interesante realizar otra reunión en que pudierais presentarme casos concretos, entrevistas concretas, y ver, conjuntamente, qué conclusión podemos extraer de ellos).

Este artículo ha sido redactado por profesionales con más de 25 años de experiencia en el sector de psicología y psiquiatría. Tenemos gabinetes en Majadahonda y Madrid Centro. Si tienes más dudas o deseas consultarnos algo llámanos al 607 99 67 02 o escríbenos a info@persona-psi.com