Niños y adolescentes

NIÑOS

Existe prejuicio y temor para llevar a nuestros hijos a una consulta. Y, sin embargo, la psicoterapia con niños, incluso pequeños, ha demostrado ser la más eficaz y reducida en el tiempo. Eficacia no sólo para solucionar dificultades del presente sino para prevenir las del futuro. Y sin ningún efecto traumático sobre los niños porque jugando y hablando van resolviendo sus problemas.

¿Cuándo recurrir a una psicoterapia para niños?

  • Cuando las dificultades que presenta nuestro hijo o hija han desbordado los recursos de los padres.
  • Cuando los padres comienzan a angustiarse o preocuparse por los problemas de sus hijos (sobre todo las madres suelen ser muy sensibles para detectar pensamientos, sentimientos o conductas anómalas).
  • Cuando en el colegio nos llaman la atención sobre problemas de aprendizaje o de conducta, exceso de distracción o inquietud, dificultades para relacionarse con otros niños, peleas, llantos, etc.
  • Antes de administrar cualquier medicación o para abreviar su uso. Nosotros somos partidarios de evitar, suprimir o, al menos, reducir la medicación en niños, porque siempre tienen efectos secundarios. Y la psicoterapia ha demostrado ser un recurso muy eficaz para esto.

¿Qué problemas tratamos?

  • Trastornos del aprendizaje o la conducta
  • Dificultades de comunicación
  • Trastornos del desarrollo
  • Trastorno por Déficit de Atención (TDA) con o sin hiperactividad
  • Comportamiento perturbador
  • Dificultades sociales
  • Trastorno negativista desafiante
  • Trastornos de la alimentación
  • Tics
  • Enuresis (dificultades para controlar la orina) o Encoprecis (dificultades para controlar las heces)
  • Angustia, terrores nocturnos, pesadillas.

ADOLESCENTES

Miguel es acosado por sus compañeros, Ana no encuentra amigas, Alfredo no puede concentrarse ni aprender nada nuevo, Aurora vive encerrada en su casa, Juan Carlos no para en ella, Mónica padece ansiedad y fuertes angustias, Sergio sufre ataques de ira y rompe todo, Melina se siente gorda y tonta, cree que no vale nada, Agustín tiene síntomas obsesivos y compulsivos, Violeta bebe excesivamente…

Todos estos niños ya crecidos o jóvenes en ciernes tienen dificultades, pero no consultan. A algunos ni se les ha pasado por la cabeza, a otros se lo han propuesto sus padres pero temen a lo que podrían pensar sus compañeros si lo supieran. No se dan cuenta de que reconocer que se tienen dificultades y recurrir a la ayuda de un profesional es el primer paso para resolverlas. Consultar a un psicoterapeuta requiere valor.

La adolescencia es una edad difícil, una edad de transición de la infancia a la juventud en la que tanto el cuerpo como el modo de vida y las expectativas sufren grandes cambios.

Recurrir a un profesional, sabiendo de entrada que lo que le diga será absolutamente confidencial, puede ser la mejor manera de atravesar esta transición sin consecuencias negativas para el futuro.