La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha quitado el metilfenidato de la lista de medicamentos esenciales. Algo que no deja de ser llamativo siendo el principal medicamento utilizado para el Trastorno por Déficit de Atención con o sin  Hiperactividad (TDAH). Lo hace ahora, cuando lleva 30 años recetándose a niños. El motivo que esgrime la OMS es que existen «incertidumbres” en el perfil de beneficio y perjuicios. Aunque algunos articulistas escriben que este cambio podría estar debido a los probables juicios contra los laboratorios que lo producen por sus efectos adversos en USA.

El metilfenidato, un derivado anfetamínico, es el medicamento más utilizado en el mundo para el TDAH -un trastorno psiquiátrico diagnosticado frecuentemente, con tasas de prevalencia estimadas en el 5% en niños y 2,5% en adultos – comercializado en España con marcas como Rubifen, Concerta, Medikinet, Doprilten, Equasym. Medicebran, Rubicrono, o el genérico Metilfenidato)

La revista médico-científica British Medical Journal  ha publicado un artículo (Storeb  et al 2020), en el que se dice que las pruebas científicas son limitadas en su “perfil de beneficios y riesgos».

 Sabemos que el metilfenidato contribuye a la concentración y atención, independientemente del diagnóstico, pero la duda que plantea el artículo es si hay una relación proporcional entre riesgos y beneficios del metilfenidato.

Dice que el fármaco no tiene pruebas de su eficacia y seguridad. Hay estudios presentados durante años que avalan su eficacia, pero advierten que

“Los ensayos existentes sobre los beneficios y daños del metilfenidato para el TDAH tienen problemas metodológicos. Se deben mejorar las investigaciones clínicas a través de ensayos bien desarrollados, metodológicamente rigurosos, con un enfoque tanto en los beneficios como en los daños».

El Comité de Expertos de la OMS no recomendó incluir metilfenidato en la Lista de medicamentos esenciales (EML) ni en la lista de medicamentos esenciales para niños (EMLc) para el tratamiento de la hiperactividad ni de la «falta de atención». La decisión fue unánime.

¿Por qué una noticia de suficiente calado e importancia para médicos, docentes y padres no ha sido suficientemente reflejada en los medios?

Se sugiere que el metilfenidato puede estar asociado con una serie de eventos adversos, algunos de ellos graves (por ejemplo trastornos psicóticos, está cotraindicado en caso de riesgo psicótico desde hace años,  adicción o arritmias cardíacas, entre una larga lista de efectos secundarios, todos ellos presentes en los prospectos de los medicamentos) que, desde hace años, conducen frecuentemente a la retirada de la medicación. Entendámonos bien: no estamos diciendo nosotros que el metilfenidato sea un medicamento especialmente peligroso, todos los prospectos de medicamentos incluyen advertencias sobre efectos adversos. Lo que ahora una prestigiosa revista médica y la propia Organización Mundial de la Salud ponen en duda es si sus eventuales beneficios justifican su indicación en relación a los riesgos.

La certeza en la evidencia, comentan esos investigadores, que sin duda han influido en la decisión final de la Organización Mundial de la Salud (OMS) después de 3 décadas de recomendarlo, es muy baja y, en consecuencia, no es posible estimar con precisión el «riesgo real de eventos adversos».

Que sus efectos positivos son de corta duración (aunque se recete durante años), que no hay suficientes pruebas de su eficacia y seguridad, es algo que los que trabajamos con niños (y adultos) con trastorno por déficit de atención (con o sin hiperactividad) sabemos desde hace años (y sobre lo que hemos escrito múltiples artículos ).

¿Es respetable la decisión de la OMS (Organización Mundial de la Salud)?

Es, cuanto menos, discutible.

Ni lo recomienda ni deja de hacerlo después de años de recomendarlo-

Lo quita de la lista de medicamentos que son esenciales para las personas, después de considerarlo como tal durante años, porque no se sabe si es efectivo para una enfermedad, que no queda claro si existe como tal.

El metilfenidato no está indicado ni contraindicado, después de haberlo indicado durante décadas. Y ahora cabe preguntarse: ¿seguirá recetándose o esto provocará que los médicos abandonen su prescripción?

Tenemos otras alternativas (anfetaminas, no ya derivados, antipsicóticos, antidepresivos) sobre los que aun la OMS no se ha pronunciado, pero que tampoco carecen de efectos adversos..

¿Existe el Trastorno por Déficit de Atención (TDA) con o sin Hiperactividad (TDAH).

¿O estamos confundiendo los síntomas con una enfermedad?

“¿O es una etiqueta descalificadora que pretende desconocer que todos los niños, así como todos los adultos,  somos diferentes y que la vida nos somete constantemente a cambios anímicos y emocionales” (Juan Pudnik)

Hay niños distraídos, sin duda, hay niños hiperactivos, también. ¿Responden todos a una misma causa?  Entre ellos hay niños con gran dificultad para concentrarse, niños que se distraen porque son muy inteligentes y se aburren en clase, niños que no pueden permanecer quietos durante mucho tiempo… ¿Son todos iguales? ¿O habría que diagnosticarlos uno por uno y tratarlos uno por uno?

Este artículo ha sido redactado por profesionales con más de 25 años de experiencia en el sector de psicología y psiquiatría. Tenemos gabinetes en Majadahonda y Madrid Centro. Si tienes más dudas o deseas consultarnos algo llámanos al 607 99 67 02 o escríbenos a info@persona-psi.com