(Conferencias para docentes de integración de un Colegio de Vallecas)

ESTRUCTURA FAMILIAR

Hemos visto, entonces, dos casos en que la reacción de la madre es aparentemente opuesta.

La madre de Corina rechaza a su hija enferma, se vuelca sobre sus hijos sanos, y Corina permanece en la familia como un objeto de desecho, como un animal doméstico.

La madre de Cristina, en cambio, elige a su hija enferma, por encima de su hijo sano, por encima de su marido. Cristina es su hija preferida, su debilidad, el objeto privilegiado de su elección.

Y, sin embargo, el rasgo estructuralmente más significativo, en ambos casos, es el mismo. Tanto Corina como Cristina quedan en la estructura familiar ubicadas como objetos, no como sujetos.

Puede parecernos mejor ser el objeto exclusivo del amor de la madre que ser un objeto dejado de lado, pero lo más importante sigue siendo el lugar de objeto y su consecuencia: ninguna de las dos puede desarrollar en ese medio familiar sus habilidades, por más limitadas que éstas estén por su enfermedad.

De aquí, una primera conclusión: el niño enfermo se presta demasiado fácilmente a nuestra compasión, puede despertarla tanto o más que el rechazo, pero rechazo y compasión los vuelven objetos, les niegan el acceso a su subjetividad, a la posibilidad de desarrollar una vida lo más plena posible, aunque limitada por su enfermedad.

Pero, ¿qué vida no es limitada?. Tampoco conocemos con antelación los límites del desarrollo que puede alcanzar un niño enfermo.

Para operar en este campo, debemos trabajar con la familia. Y para ello necesitamos una teoría.

Me propongo ahora exponer, muy brevemente, la teoría de estructura familiar con que opero en la clínica.

LA ESTRUCTURA FAMILIAR EN LA CLÍNICA

Ahora bien, vosotros podéis decirme: todo esto es muy bonito, pero, ¿con qué se come? ¿para qué sirve?. Y no les faltará razón.

Nos gusta, en psicoanálisis, decir que lo nuestro es una praxis, esto es, que ningún conocimiento teórico tiene valor, ni siquiera validez, si no nos es útil en la práctica (es lo mismo que dice Foucault desde la filosofía: el saber es una caja de herramientas; no debemos valorar/medir los conocimientos en términos de verdad, sino de utilidad).

Si una teoría es válida, debería dotarnos de eficacia, permitirnos hacer cosas que no sabríamos hacer si no dispusiéramos de esa teoría.

Las teorías se verifican en la práctica.

Trataré de demostrar la verificación, primero en el campo que me es propio, el de la clínica psicoanalítica, para después ver de qué utilidad nos puede llegar a ser en el campo en que os desenvolvéis vosotros.

Este artículo ha sido redactado por profesionales con más de 25 años de experiencia en el sector de psicología y psiquiatría. Tenemos gabinetes en Majadahonda y Madrid Centro. Si tienes más dudas o deseas consultarnos algo llámanos al 607 99 67 02 o escríbenos a info@persona-psi.com